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Nombre Alumno de ECC
La educación de los hijos es un largo camino que comienza en sus primeros meses de vida y que no termina hasta la edad adulta. En este recorrido de aprendizaje, familia y colegio deben trabajar unidos para cuidar y acompañar a los niños en su proceso de crecimiento.
Un proyecto común entre familia y colegio es vital para ayudarles a convertirse no solo en buenos estudiantes, sino en grandes personas comprometidas con los valores que reciben en casa y que, reforzados en las aulas, les acompañarán durante toda su vida.
Escuelas Católicas de Extremadura ofrece una educación que permite a niños y niñas desarrollar habilidades académicas como pueden ser un pensamiento crítico, colaboración y liderazgo, adaptabilidad, iniciativa personal o una comunicación efectiva. Pero también les brinda de valores como la solidaridad, empatía, integridad o el amor al prójimo. Todo ello en un entorno educativo sano, seguro e integrado, con una metodología personalizada y adaptada a las necesidades de cada alumno.
Para conseguir todo esto, padres y profesores deben estar unidos, educando en un Proyecto Educativo compartido y haciendo de cada colegio una extensión del hogar.
Para lograr una sociedad bien formada y guiada por estos valores tan positivos para todos, el compromiso de Escuelas Católicas de Extremadura con la educación no solo atañe a padres y alumnos, sino también a toda la sociedad. En la medida en que cada uno de nuestros centros se esfuerza en formar a las personas del futuro, esas personas harán del mundo un lugar mejor. Además, la cooperación y la solidaridad son pilares fundamentales en la educación.
La red de colegios concertados católicos de Extremadura trabaja en iniciativas de cooperación y solidaridad para una futura inserción activa, manteniendo una actitud acogedora y de preocupación por atender a los más desfavorecidos.
Escuelas Católicas de Extremadura, con sede en Mérida, cuenta con 48 centros educativos repartidos por toda la región, cerca de 26.500 alumnos y más de 2.100 trabajadores. Nuestro principal objetivo es fortalecer a la escuela católica y ayudar a las entidades titulares y sus centros a desarrollar desde su identidad su papel evangelizador y educativo.
